31/03/2015 - 01/04/2015
Hay cosas que nos parecen importante preservar para las generaciones futuras. Su importancia puede
deberse a su valor económico actual o potencial, pero también a que nos
provocan una cierta emoción, nos hacen sentir que pertenecemos a algo, un país,
una tradición o un modo de vida. Puede tratarse de objetos que poseer o
edificios que explorar, de canciones que cantar o relatos que narrar.
Cualquiera que sea la forma que adopten, estas cosas son parte de un patrimonio
y este patrimonio exige que nos empeñemos activamente en salvaguardarlo.
UNESCO/PATRIMONIO CULTURAL
Es interesante conocer quien o quienes son los encargados de
decidir que es aquello que se considera patrimonio cultural y lo que no. Ahora
sabemos, que es la UNESCO, la que a través de las peticiones del gobierno es la
que decide lo que es Patrimonio Cultural Inmaterial. Y por otro lado, que a nivel
legal, es el Estado, concretamente el Ministerio de Cultura, quien decide
oficialmente que elementos son considerados de interés cultural.
Lo que se considera de interés cultural, puede crear
controversia, ya que es un concepto que va muy ligado a lo qué cada uno somos y con lo qué nos
identificamos. De manera que, se dan casos en los que, hay cosas consideradas
patrimonio cultural legalmente, pero que, sin embargo, la ciudadanía no lo
considera así, y viceversa. Por lo que, podemos decir que se trata de una
construcción social, no objetiva.
Por otra parte, el patrimonio también va ligado a intereses,
principalmente económicos, como es el turismo, que en numerosas ocasiones hace
que modifiquemos nuestra propia realidad para adaptarse a los deseos que el
turismo demanda.
Como educadores/as sociales, debemos ser conscientes de que
nuestra intervención también tiene cabida dentro de esta área y dentro de la
educación no formal, en la que una de nuestras funciones podría ser acercar
este patrimonio a la población, de una manera dinámica, promoviendo el juego,
la experiencia y la reflexión. De manera que, se le ofrezca a la gente una
nueva forma de diversión y aprendizaje, es decir, creando curiosidad.
Este es un gran ejemplo, de lo que anteriormente
hablábamos, de que cada uno preserva aquello con lo que se identifica, es el
caso del pueblo de Vilafamés (Castellón). Este ha convertido la Mostra
Vilafamés 1900, en una referencia del turismo cultural, en el que los vecinos
del propio pueblo, representan oficios, actividades y tradiciones, en el
interior de las viviendas y por sus pintorescas calles y plazas, que permiten
al espectador trasladarse cien años atrás en el tiempo.
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