24/02/2015
El
Patronato de Misiones Pedagógicas fue creado por un decreto del Gobierno de la
Segunda República el 29 de mayo de 1931. Su principal objetivo era, según
recogía el preámbulo, llevar a las gentes, con preferencia a las que habitan en
localidades rurales, el aliento del progreso y los medios de participar en él,
en sus estímulos morales y en los ejemplos del avance universal, de modo que
los pueblos de España, aun los apartador, participasen en las ventajas y goces
nobles reservados hoy a los centros urbanos.
Ésta
era una idea que Francisco Giner de los Ríos y Manual Bartolomé Cossío habían
propuesto desarrollar a los distintos Gobiernos de la Restauración casi desde
la fundación de la Institución Libre de Enseñanza, en 1876. Para transformar
España en una república democrática, basada en la soberanía popular, era
necesario solucionar la distancia que existía entre las ciudades, que
disfrutaban de un mejor acceso a la cultura, y un campesinado sumido en el aislamiento
y ajeno a los cambios que se estaban produciendo en el mundo.
Las
actividades del Patronato se centraban en tres aspectos: El
fomento de la cultura general, la
orientación pedagógica de la escuela y la
educación ciudadana de las poblaciones rurales.
Para
fomentar la cultura general se creó un Servicio de Bibliotecas, y para estimular
el gusto por la literatura se realizaban en los pueblos lecturas de romances,
poemas y relatos breves. También se crearon las siguientes secciones itinerantes:
el Teatro y Coro del Pueblo, el Museo del Pueblos, la Sección de Cina, el
Retablo de Fantoches y un Servicio de Música que prestaba gramófonos y discos
de pizarra.
Para
apoyar la cotidiana tarea pedagógica se realizaron visitas a las escuelas
rurales, con el fin de conocer sus necesidades más acuciantes, así como para
impartir lecciones prácticas, cursos y realizar excursiones educativas que
dotaran de mayores recursos teóricos y metodológicos a los maestros.
Por
último, la educación ciudadana se reforzaba por medio de reuniones públicas y
conferencias en las que se debatían los nuevos principios políticos que
dirigían el país: la democracia, el sufragio universal, la estructura del
Estado, etc.
En conclusión, se trataba de una educación ciudadana, entendida como una escuela deambulante que acercaba la cultura a los pueblos y fomentaba una educación cívica. Esta pedagogía desarrolló una democratización cultural, permitiendo el acceso a la cultura en las zonas rurales.
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Escritura creativa |
Tanto la lectura como la escritura, son intereses y derechos culturales de la ciudadanía.
Como ya sabemos, la lectura no es el simple hecho de leer sino el de aislarse frente aquello que nos intriga, nos provoca y desconcierta. Esto produce que construyamos nuestros sentidos y los convirtamos en experiencia, donde ésta, nos pasa y nos atraviesa.
La escritura podríamos entenderla como aquella representación del lenguaje, la huella de la palabra o la imagen de la memoria, aquella que nos permite el intercambio comunicativo y expresivo.
Podríamos decir que los talleres de escritura creativa son un medio de lectura y escritura, los cuales, se realizan en un ambiente lúdico permitiendo la interacción, la socialización y el aprendizaje. Donde los participantes pueden expresar sus sentimientos y reflexionar sobre sus experiencias personales.
Un espacio donde uno mismo va explorando su interior sin sentirse presionado por rivalidades ni comparaciones, cuya misión es dejarse llevar por los pensamientos del momento.
Todo ello, mediante la cohesión grupal, donde todos/as tienen el mismo interés;
La escritura.
Para que los talleres de escritura creativa se desarrollen con éxito, deben tener en cuenta las siguientes fases:
Puesta en marcha, para crear atención.
Sensibilización, para empezar a soltarse con el resto del grupo.
Expresión, para poder extenderse.
Retracción, para hacer una valoración final del taller.
Es por ello, que tanto la escritura y la lectura nos permiten acercarnos a los contextos culturales y sociales de lo humano.
Todas las personas merecemos darnos la oportunidad de crear, imaginar, construir, pensar... sin desvalorarnos antes de intentarlo, ya que nos podemos sorprender de nuestras propias capacidades. Estas experiencias nos dan la posibilidad de conocernos a nosotros mismos.
http://escrituracreativa.com/