miércoles, 13 de mayo de 2015

EL JUEGO

12/05/2015


El juego a lo largo de la historia se ha entendido como una actividad recreativa que se puede realizar de manera individual o en grupo, donde se trata de conseguir un entremetimiento o diversión.

Por otro lado, se puede entender como una finalidad educativa, desarrollando capacidades tanto físicas como intelectuales, además de fomentar la cooperación. 

Los juegos se pueden clasificar en diferentes tipo como pueden ser:

  • Juegos de rol; donde el participante se identifica con un determinado papel.
  • Juego de estrategia; se desarrollan habilidades de inteligencia y planificación.
  • Juego de mesa; aquellos donde es necesario tener un soporte para poder jugar.
  • Juego de cartas.
  • Juegos de calle.
  • Grandes juegos; aquellos que se llevan a cabo mediante un grupo grande de personas.
  • Videojuegos; aquellos que requieren de una tecnología o informática, para que las personas puedan jugar.

Según Monclús, C. (2014), "los juegos como cualquier actividad humana están cargados de valores y por tanto transmiten ideología"


En relación a esto, las ludotecas son instituciones orientadas al juego, a compartir juguetes con los más pequeños y juegos de mesa para edad más avanzadas. Por otro lado, existe un enfoque diferente de éstas, tratando de fomentar un trabajo infantil a través del juego.Por último, otro enfoque sería tratar estos espacios como comerciales, donde padres y madres, pueden pasar un espacio de ocio mientras los niños y las niñas juegan.


Actualmente, los niños y niñas tienen acceso a las tecnologías desde que nacen, por ello están acostumbrados/as a utilizarlos desde muy pequeños y a ver como sus padres y madres los utilizan tanto en el ámbito laboral como en el de ocio.

Es por ello, que los niños y niñas están inmersos en el mundo tecnológico y no podemos pretender que no jueguen y tengan acceso a ellos. Pero desde nuestro punto de vista, si que debemos regular su uso y no permitir que el juego solo gire entorno a las nuevas tecnologías. Para ello, tanto sus padres y madres como su entorno, deben transmitir la importancia del juego tradicional en los niños y niñas, como un proceso de aprendizaje y de socialización que las tecnologías, concretamente los videojuegos, no transmiten.

Cabe resaltar que el juego es un derecho fundamental de los y las menores, ya que  forma parte de su desarrollo personal e integral.


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